jueves, julio 19, 2007

euphoria 92



El reconocido historiador ERIC HOBSBAWN calificó el siglo XX como un siglo corto, un siglo que comprendía desde el inicio de la 1ª Guerra Mundial en 1914 hasta la caída del muro de Berlín en 1989. En ese periodo, la humanidad vivió una de sus etapas más sangrientas, marcada por el dolor, la barbarie y la muerte a escala global.
La caída del muro simbolizaba un paso adelante, un atisbo de esperanza al final del túnel.
“All togheter now” pasó a ser uno de los himnos de una generación cuya consigna era cerrar los ojos, olvidar el pasado y mirar hacia el futuro con optimismo y esperanza.
Tras años de guerra, secretismo y conservadurismo, tras la caída del muro, la humanidad solo parecía tener una idea en mente: celebrar la llegada de la nueva era (la globalización).

Y en ese aspecto: 1992 representaba la excusa perfecta. El QUINTO CENTENARIO del “descubrimiento de América” merecía ser celebrado como tal. La EXPO de SEVILLA, MADRID Capital cultural Europea y, sobretodo, las Olimpiadas de Barcelona (cuya ceremonia inaugural podría ser considerada como punto de partida oficial de la era PHOTOSHOP) pusieron de manifiesto el estado de euforia colectiva que sufría no solo España, sino todo el planeta.

El ’92 estuvo repleto de acontecimientos que marcaron la nueva era: la guerra en los balcanes y la separación de Checoslovaquia (paulatina desmembración de la vieja Europa), el inicio de la 1ª Guerra del Golfo (que marcó el nuevo modelo de guerra global frente al viejo esquema de las guerras mundiales) el Tratado de Mäastrich (germen del Euro), la cumbre de Río (en la que USA ratificó que no iba a cumplir los acuerdos de Kioto)…
Aquí en ESPAÑA, además de las ya citadas celebraciones, el ’92 supuso el inicio del declive socialista. Saltaron los primeros escándalos, la denominada cultura del pelotazo saltaba a las portadas de los periódicos dejando el país en bandeja a la derecha post-franquista que aún tardaría cuatro años en llegar al poder.
Todo esto provocó una reacción más que interesante: el “NO’92”. El movimiento surgió como respuesta a toda la parafernalia, al engaño, al “GRAN TEATRO del ‘92”.
El movimiento, en lo musical, juntó a los que vendrían a marcar la década de los 90: Extremoduro, Platero y Tú, Reincidentes, La Polla Records, Soziedad Alkoholika, Maniática… y muchos otros que han protagonizado la época dorada del punk-rock estatal y que han puesto la banda sonora de la que se conoce como GENERACIÓN DEL 92.

Paralelamente al NO’92 hubo entre la juventud española otro fenómeno social que marcó aquel año: el apogeo de la RUTA DEL BAKALAO.
LA RUTA, que ya llevaba varios años en marcha, alcanzó en 1992 su punto más alto para morir en 1993.
La RUTA agrupó a gente de todo tipo, ricos y trabajadores, pijos y punkis, jóvenes y no tan jóvenes… todos estaban allí. El fin de semana se convirtió en algo más que una válvula de escape: en una religión.
En palabras de P. Oleaque : “Para los asiduos, la RUTA era su 92 particular”.
Entendiendo el 92 como un contexto global de escapismo y euforia, la RUTA supuso para los jóvenes españoles su propio 92.
La RUTA no fue una respuesta como el “NO’92”, sino más bien, una aspecto más, como las Olimpiadas, Mäastrich o Yugoslavia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La ruta podría definirse como resaca mental, demasiados conflictos aturden y ahí radica el punto débil. Los que escaparon fue por preservar su salud mental, pero al escapar te dejas la mierda detrás. La generación inmediatamente posterior (la mía) se encuentra con la mierda, la analiza y se muestra escéptica. No me creo nada, tampoco las promesas de evasión. Drogarse no va contra el sistema... lo ayuda a permanecer. Veo los resultados y me ayudan a comprender que todo tiene un por qué. Quizá esa sea la lección

Plastic Gun dijo...

Completamente de acuerdo con Cristina: las drogas no son la mejor evasión cuando son algo que el sistema potencia. Fui a un cursillo sobre la contracultura en la uni y lo que más me molestó fue que se hablara de la droga como algo magnífico (posibilidad de ampliar la conciencia, de tener otra percepción sobre la realidad)cuando es cierto si controlas, pero tengo amigos que están muy mal por culpa de ellas. No todos tienen la misma fuerza de voluntad ni la madurez para controlarlas. Respecto a Hobsbawn me estoy leyendo la era de las revoluciones, gran libro. Un beso catalán.

Armando Zaragoza dijo...

Ya lo dijo Robe:

"...no he vuelto a ser el mismo desde que se fue Gillespie, Zappa, Mercury, Camarón..."

todos palmaron entre el 91 y el 93.

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y quien es P. Oleaque? es colega de Joan Oleaque? :b