
Con esta brutal premisa arranca la última película de Sidney Lumet (Doce hombres sin piedad, Serpico, Tarde de Perros, Asesinato en el Orient Express...)
Una historia cruda, escrita por Kelly Masterson quién peca, a veces de previsible, explicativa y reincidente, pero sabe paliar sus limitaciones con contrapuntos dignos del mejor Arriaga (Amores Perros y 21 gramos)
Lumet está impecable, sobrio y atento al mundo en que se mueve. Sin nada que envidiar ni a Clint Eastwood ni a Alejandro González-Iñárritu.
En definitiva, todo un clásico desde el día de su estreno.
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